Investigación

Mi investigación se ha centrado principalmente en el estudio del sentido en la vida y el bienestar psicológico. Desde niño, siempre he tenido interés en saber cómo las personas dan sentido a sus vidas y el impacto que esto tiene en su felicidad y en su salud mental. De hecho, elegí la psicología como profesión, no sólo para ayudar a otras personas de forma directa, sino también para contribuir al desarrollo del conocimiento en esta área científica. Entre mis principales sueños en la vida se encuentra el crear una teoría sólida que sirva para entender mejor cómo funcionan las personas.

Desde el inicio de mi tesis doctoral (titulada “Sentido en la vida y bienestar psicológico en adicción, cáncer y estudiantes universitarios”, ver resumen aquí), he investigado sobre el rol del sentido en la vida en diferentes poblaciones. El sentido en la vida en psicología no se entiende como el sentido de la vida en términos universales (una cuestión más bien filosófica o metafísica), sino como el propósito o función que cada ser humano elige en su vida y le hace sentir realizado. Bajo esta perspectiva, comencé por analizar cómo impacta el cáncer en el sentido en la vida de los pacientes que conviven con esta enfermedad y la importancia clínica que tiene la adaptación de los valores personales a la experiencia del cáncer. 

En paralelo, también estudié sobre la relación existente entre el sentido en el vida y el desarrollo y mantenimiento de las adicciones. Hay evidencia suficente para considerar que las adicciones no solo deben entenderse como un problema en el cerebro, sino que otros factores como las relaciones personales, los traumas, el manejo de la culpa y la responsabilidad, así como la falta de un sentido claro en la vida juegan un papel clave en el desarrollo y recuperación de diferentes tipos de adicción.

Siguiendo esta misma línea, quise profundizar sobre cuáles son los factores que generalmente aportan sentido en la vida de las personas. De forma clara, tanto en el estudio sobre cáncer como en una intervención psicológica con estudiantes universitarios, vimos que la conciencia de la muerte, las relaciones íntimas (tanto familiares, de pareja, como amistades cercanas), así como la prosocialidad son promotores fundamentales de sentido en la vida. La prosocialidad se define como las acciones y valores “voluntariamente” dirigidos a contribuir al bienestar de otros seres humanos. Lejos de ser incompatibles, estas áreas van de la mano del crecimiento personal y la autenticidad, entendida como ser coherente y verdadero con uno mismo y sus valores personales. En definitiva, se puede llegar a decir que el sentido en la vida tiene que ver con cómo aportamos valor cada uno en nuestro mundo (fundamentalmente en nuestras relaciones cercanas), respetando la expresión de nuestro auténtico yo. Esto a su vez se ve facilitado por el ser conscientes (no solo saber) que nuestra existencia es pasajera y la muerte es parte de nuestra vida. 

Además de esta línea de investigación, fruto de encontrarnos de repente en medio de la pandemia del COVID-19, decidimos comenzar un nuevo proyecto internacional que coordino junto con la Dra. Nikolett Eisenbeck (de la Universidad de Sevilla), además de contar con la colaboración de investigadores internacionales de unos 30 países de todos los continentes con referentes en la esfera global como el Dr. Paul T. P. Wong (del Meaning-Centered Counselling Institute), y el Dr. Joshua Hicks (de la Texas A&M University), entre otros (ver más sobre este proyecto aquí). Nuestro objetivo es investigar cuáles son las estrategias de afrontamiento psicológico durante esta crisis que más protegen a la población de tener niveles altos de ansiedad, estrés y depresión. Basados en la experiencia de Viktor E. Frankl como superviviente de los campos de concentración nazis, y su posterior desarrollo con la psicología existencial positiva, hemos desarrollado un estilo de afrontamiento llamado “afrontamiento centrado en el sentido”, el cual tiene como objetivo fortalecer el sentido en la vida mediante una restructuración positiva de la situación, la apreciación de la vida, el mantenimiento de la esperanza y el coraje,  la aceptación de la vulnerabilidad, y llevar a cabo acciones prosociales y con sentido personal. Para evaluar este estilo de afrontamiento, hemos patentado una escala breve en 18 idiomas, la cual ha mostrado muy buenas propiedades psicométricas. Según hemos observado en nuestros estudios, el afrontamiento centrado en el sentido juega un papel clave en la adaptación psicológica a la pandemia a nivel prácticamente universal.

Como segunda gran aportación de este proyecto, hemos propuesto un nuevo concepto de felicidad centrado en la armonía interior que ha demostrado una mayor predicción (de forma inversa) del malestar psicológico que el famoso modelo propuesto por Martin Seligman (PERMA). Este novedoso concepto de felicidad se denomina “Mature Happiness” en inglés y hace alusión a un estado de paz mental según el cual una persona vive en armonía tanto con los aspectos positivos de su vida como con los aspectos negativos (por ejemplo, con el sufrimiento y la vulnerabilidad personal).

El proyecto del COVID-19 ha resultado ya en unos 13 artículos en revistas internacionales de alto impacto entre las que se encuentra Nature (Human Behaviour). 

Abajo puedes acceder a mis publicaciones donde encontrarás información detallada sobre varios de los estudios mencionados anteriormente, además de otros en los que también he participado. Iré actualizando la información conforme salgan publicados los artículos.